Los españoles cambian menos de vivienda por la falta de oferta de obra nueva

En los últimos años está aumentando el tiempo que los españoles mantienen sus casas antes de venderlas. Según los Registradores de la Propiedad, el periodo medio de posesión de las viviendas en España se situó a cierre de 2021 en 16,4 años. La cifra supone un aumento interanual de un 5% respecto al 2020, y supera en más de dos veces el promedio registrado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. De hecho, se trata del récord de la serie histórica. Desde que tocó suelo en 2009, con 7,3 años de media, el plazo ha ido creciendo de forma ininterrumpida, llegando a más que duplicarse en poco más de una década.

La red inmobiliaria nacional donpiso justifica esta tendencia debido a la escasa producción de nuevas viviendas en España en los últimos años, que ha limitado las opciones de los compradores a la hora de cambiar de casa. La obra nueva, pese a que está mejorando en términos de volumen, continúa en unos niveles bajos. “En los años de la burbuja se vendían más de 300.000 viviendas nuevas, mientras que ahora estamos en una media de unas 70.000 unidades por ejercicio. Esto significa que no hay suficiente oferta y que hay menor rotación de viviendas, lo que también puede influir en este indicador”, asegura Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso.

En los últimos años, de hecho, apenas un 20% de las casas transaccionadas en España han sido nuevas, lo que significa que la mayor parte de las operaciones se han realizado en el mercado de segunda mano. Bermúdez también recuerda que la banca ha endurecido los requisitos a la hora de conceder préstamos para la compra de vivienda desde que estalló la burbuja inmobiliaria y la crisis económica y financiera, lo que impide que muchas familias busquen un nuevo hogar más adaptado a sus necesidades, sobre todo si se trata de un inmueble de nueva construcción, cuyo precio suele ser más elevado.

En el medio plazo se va a registrar un cambio de tendencia. Y es que, tal y como afirma Bermúdez, “la rotación de viviendas irá a más en los próximos años, por lo que esperamos un cambio de tendencia respecto a la registrada hasta ahora”. “Eso sí, todavía tiene que pasar tiempo para que quede patente el inicio del nuevo ciclo”, ha vaticinado el experto

El BCE sube los tipos al 1,25%: así es el impacto en hipotecas y familias

El Banco Central Europeo ha subido 75 puntos básicos los tipos de interés por segunda vez en lo que va de año (en julio subió el precio del dinero al 0,5%) y no será la última, pues se prevén más movimientos al alza en este 2022 para luchar contra una inflación que supera el 9% en la zona euro. Se trata del mayor alza de su historia. El principal efecto en la economía es un encarecimiento de las hipotecas y de la financiación pública y empresarial. Pero también tiene una consecuencia positiva y es que hará que los depósitos sean más rentables que hasta ahora.

Con este alza del precio del dinero, el tipo de interés para sus operaciones de refinanciación se situará en el 1,25%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 0,75% y la de facilidad de préstamo, el 1,50%. De esta forma, el precio del dinero se ha situado en su nivel más elevado desde 2011, cuando el BCE inició una senda de estímulos a nivel monetario que ha durado más de una década y llevó a situar los tipos de interés en terreno negativo.

¿Por qué tiene que subir los tipos de interés el BCE?

Con la subida de los tipos de interés, el BCE busca frenar la inflación, es decir, que los precios no suban a un ritmo tan acelerado como lo hacen hasta ahora y que dejen de destruir las economías familiares. En agosto el IPC cerró en el 9,1% en la zona euro, pero en España lo hizo por encima: en el 10,4%. Pero la debilidad del euro y los elevados costes de las importaciones de energía también abogan por una subida de los tipos a corto plazo. Y es que la debilidad de las divisas a medida que se deteriora la balanza de pagos de Europa no hace sino empeorar el problema, ya que tira al alza de la inflación al aumentar la factura de las importaciones, tal y como destaca Mark Nash, responsable en Jupiter AM.

En este sentido, la persistencia de la inflación llevaría a más subidas de tipos en lo que queda de año y en 2023. Según Axel Botte, estratega global de Ostrum AM, el BCE revisará sus previsiones de inflación (probablemente muy al alza) y de crecimiento (moderadamente a la baja para 2023). “Las previsiones de inflación del 2,1% para 2024 son las que más riesgo corren”, señala.

El propio BCE ha señalado en un comunicado que el Consejo de Gobierno espera incrementar los tipos de interés en las próximas reuniones para moderar la demanda y proteger frente al riesgo de un aumento persistente de las perspectivas de inflación. Su objetivo es situar la inflación en el 2%. 

Juan Villén, responsable de idealista/hipotecas, hace hincapié en que el problema es que la diferencia entre nivel de inflación y tipos de interés sigue siendo demasiado grande. “El miedo a que un exceso de frenada provoque una recesión e impacte en el nivel de empleo, además de encarecer más de lo deseado la deuda tanto de los estados como de empresas y familias, hace que igual estas subidas graduales no sean capaces de meter en vereda la inflación en el corto plazo. Según evolucione la inflación, seguramente veamos subidas de tipos adicionales en los próximos meses”, sostiene.   

Cómo afecta la subida en el tipo de interés hipotecario

A quien le toque solicitar una hipoteca a partir de ahora se encontrará un mercado más caro, en especial, si quiere contratar una a tipo fijo. La cuota de las hipotecas variables aumentará, ya que están referenciadas al euríbor y este indicador va ligado a las expectativas de la política monetaria del BCE.

Así te afecta la subida de tipos de interés si quieres pedir una hipoteca nueva

Las hipotecas se han encarecido, en especial las de tipo fijo en plena escalada del euríbor. Por ejemplo, una de las últimas entidades que se han sumado a este movimiento es Sabadell. Su hipoteca fija tiene actualmente un tipo de interés del 2,35% (3,16% TAE) con las máximas bonificaciones (domiciliar la nómina o pensión, contratar seguros, etc.). A principios de verano, el tipo de interés bonificado se situaba en el 1,99%, mientras que a principios de año el interés se situaba en el 1,39%. En el caso de que no se cumplan los requisitos mencionados, el interés de la hipoteca escala hasta el 3,35% (3,78% TAE).

No obstante, Juan Villén recuerda que la subida de 75 puntos básicos no es suficientemente relevante como para que impacte en las solicitudes. Los bancos en las hipotecas variables hacen el cálculo de endeudamiento con un interés del 3%, así que quien pasaba el corte antes lo sigue pasando ahora. “Ningún banco nos ha dicho que vaya a cambiar los criterios de riesgo”, añade.

En el caso de la hipoteca variable, los bancos, en líneas generales, están abaratándolas para hacerlas más atractivas. El diferencial es más bajo, pero el euríbor va a seguir a la inflación. Miguel Córdoba, profesor de economía, estima que probablemente veamos llega al euríbor a un intervalo entre el 3% y el 5% en la primavera de 2023, y ahí se estabilizará, al igual que la inflación.

José Carlos Díezprofesor de Economía de la Universidad de Alcalá, recuerda que el euríbor a un año es un promedio de los tipos de interés oficiales del BCE esperados para el próximo año más una prima de riesgo. “Si el BCE sube tipos hasta el 2% el euríbor quedará próximo a ese nivel. Si el BCE mantiene excedido de liquidez el sistema el tipo de referencia será el de su facilidad de depósito que es 50 puntos básicos más bajos y no el oficial”, añade.